El informe, que aporta datos reveladores sobre la ascendencia de los perros, encuentra que el origen de estos animales podría estar vinculado con al menos dos poblaciones de lobos antiguos.

Investigaciones anteriores a esta ya habían revelador al lobo gris como ancestro inmediato y una domesticación durante la Edad de Hielo, hace al menos 15.000 años, aunque aún se desconoce dónde ocurrió.

En el nuevo estudio se analizaron 72 genomas de lobos antiguos, que abarcaban los últimos 100.000 años, procedentes de Europa, Siberia y Norteamérica. Y participaron 38 instituciones de 16 países diferentes.

Los descubrimientos 

Luego de analizar los genomas, los investigadores concluyeron que tanto los perros primitivos como los modernos son más parecidos genéticamente a los lobos antiguos de Asia que a los de Europa, lo que sugiere una domesticación en algún lugar del este.

Pontus Skoglund, autor principal y jefe de grupo del laboratorio de Genómica Antigua en el Crick, resalta que “es la primera vez que los científicos han seguido directamente la selección natural en un animal grande a lo largo de una escala temporal de 100.000 años, viendo cómo se desarrolla la evolución en tiempo real en lugar de intentar reconstruirla a partir del ADN actual”.

Los avances en materia genética y arqueológica continúan aunque aún se hace dificultoso definir una ubicación exacta y el momento preciso en que este animal se convirtió en el mejor amigo del hombre.