El evento mundial que reúne a miles de deportistas maravilla al público parisino y del mundo con las destrezas que demuestran sus competidores .

No solo  en los deportes más tradicionales sino en aquellos que son novedad.

Pero si hay algo que deslumbró fue el regreso de Simone Biles, la deportista estadounidense de 27 años que maravilla con su técnica, su destreza y su carisma.

Pero este regreso no es solo para demostrar que su lugar en los Juegos sigue intacto, sino porque puso en el centro de la escena deportiva la problemática de salud mental que la había hecho retirarse en el anterior certamen olímpico.

Simone Biles se mostró segura, alegre y acompañada por su equipo y familia quienes la observaban desde las tribunas al igual que muchos artistas que se hicieron presente para disfrutar de la presentación de esta atleta única, la Nadia Comaneci de la actualidad.

Con su 1.42m de estatura , Simone deslumbra y motiva a sus rivales a ser mejores, como es el caso de Rebeca Andrade de Brasil quien demuestra una técnica que pelea cabeza a cabeza con la estadounidense.

Este año ha sido el broche de oro de Simone quien decidió  que su anterior paso por las olimpiadas no iba a ser el último porque quería darle el broche de oro que ella deseaba.

Y así como arranca su rutina de piso con “Ready for it” de Taylor Swift ella planta presencia y se posiciona en la historia mundial del deporte llevándose el oro en los distintos elementos.