Golpes de calor: cómo prevenirlos
El aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en Sudamérica, según un artículo en la revista Lancet sobre el impacto del cambio climático en la salud
llevó a un incremento del 160% en la mortalidad por calor en la región en las últimas dos décadas. Este fenómeno, según los expertos, afectó de manera significativa la salud y supervivencia de los segmentos de la población más vulnerables.
Ante la llegada del calor y las altas temperaturas, siempre es bueno recordar las medidas de prevención.
El golpe de calor afecta principalmente a niños y personas mayores de 65 años, ya que poseen dificultades para regular la pérdida de líquidos corporales y toman menos líquidos. La falta de sensación de sed en personas mayores y la limitada capacidad de acceso a la hidratación en bebés contribuyen a este riesgo.
Otros grupos de riesgo son aquellas personas que sufren enfermedades cardiovasculares y diabetes
Síntomas del golpe de calor:
Entre los más comunes se encuentran temperatura corporal elevada, cansancio, náuseas, vómitos, cambios en la frecuencia cardíaca, dificultad para respirar, enrojecimiento de la piel, pérdida de la conciencia, síncope e incluso coma.
En caso de presentar síntomas, la persona afectada debe ubicarse en un lugar fresco, con aire acondicionado o frente a un ventilador, mojar la piel con paños o agua fría y desabrigar. La rehidratación con líquidos fríos se considera clave, y se insta a buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.
Para prevenir golpes de calor, se recomienda tomar agua frecuentemente, preferentemente en lugares frescos y ventilados y al circular por la calle, se aconseja buscar la sombra, ya que puede haber hasta 3 grados de diferencia entre el sol y la sombra. Asimismo, durante las horas de mayor calor, entre las 10 y las 17, se sugiere evitar la exposición directa al sol y utilizar gorra, sombrero y anteojos de sol, así como protector solar.
Recordar además que la alimentación juega un papel clave. Es recomendable consumir frutas y vegetales, evitando comidas con alto contenido graso.