Es importante tener en cuenta ciertos ítems para evitar fallidos como por ejemplo separación por colores, por tejidos, por tipo de ropa o frecuencia, porque de ello dependerá el consumo, el cuidado de las prendas y la vida de nuestro electrodoméstico.

¿Cada cuánto hay que lavar la ropa?

Existen tantas respuestas a esta pregunta cómo personas en el mundo. Existen los que no pueden esperar a completar una carga y realizan un lavado ni bien hay ropa sucia. Mientras que otros esperan a que se llene el cesto de la ropa sucia para poner la máquina en funcionamiento en su máxima potencia.

SIn embargo algunos expertos en limpieza y hábitos de higiene aseguran que existen determinados criterios comunes para gestionar el lavado. Por ejemplo las remeras deben lavarse cada dos o cuatro usos; las medias, cada vez que se utilizan; los sujetadores, cada dos o tres usos; los pijamas deben lavarse tras tres o cinco uso; y las sábanas, cada dos semanas (por sorprendente que parezca).

Sobrecargar la máquina. Durante el lavado, la ropa debe poder moverse libremente en el tambor para que la lavadora pueda efectuar su acción mecánica. De lo contrario, el lavado no será suficiente.

No clasificar la ropa. Solemos mezclar prendas de colores y tejidos muy diferentes. Pero, como mínimo, hay que separar la ropa blanca de la de color para evitar desteñidos. Si ese paso lo tenemos controlado, también es aconsejable poner prendas agrupadas de acuerdo a su temperatura.

Mezclar ropa interior con prendas más grandes. Si somos de esas personas que no nos importa poner sábanas con calcetines, nos exponemos a que se nos pierda la prenda más pequeña, así que mejor separar.

La temperatura de la ropa.